Cleo

01. El nacimiento de Cleo

¡Quiero salir la primeraaaaa! Vaya, fuera del vientre de mamá no se está tan calentito. No les miento si les digo que la vida en la perrera en bastante monótona y, como mis hermanitos son unos dormilones, yo me aburro bastante. Un día me quedé fascinada con un arcoíris inmenso que brillaba en el cielo. Y, claro, me dió por soñar con cosas bonitas. A los pocos día me visitó una niña con una sonrisa de colores, ¡tantos como los que había visto en el cielo!

01. El nacimiento de Cleo

02. Hogar, dulce hogar

Por fin ha llegado el día en que me voy a vivir a mi nuevo hogar. ¡Alá! ¡Ha venido a buscarme la niña de la sonrisa de colores! No les miento si les digo que estoy realmente fascinada con los braquets de Irma. Tampoco si les confieso que me mareo en el coche y que me aterran las tormentas: ¡son tan ruidosas! Yo creo que voy a ser muy feliz en mi nuevo hogar, aunque añoro mucho a mi mami.. y a mis hermanitos.

02. Hogar, dulce hogar

03. El principio de una gran amistad

Mi primer encuentro con la abuelita de Irma fue un auténtico desastre: ¡es una mandona! Bueno en realidad es una buenaza… pero nos pone muchas normas. Ese día estuvo lleno de novedades: recibí mi primer baño y salí por primera vez a pasear. Tras la catástrofe inicial, voy a esforzarme mucho en hacer las cosas bien: yo creo que ese es el camino para lograr los braquets de colores como los que tiene Irma, ¿no creen?

03. El principio de una gran amistad

04. El hombre de la sonrisa deslumbrante

Hoy estoy muy hambrienta y tras mucho pedir he conseguido que me den un helado. Cuando más estaba disfrutando de él llegó un señor con una sonrisa deslumbrante y me chafó la tarde: el dentista de Irma dijo que si me daban de comer tan mal iba a acabar como Pelayo, su perro. ¡Qué susto! ¡No tiene dientes! No les miento si les digo que el principio me impresionó mucho pero después descubrí que Pelayo olía como mami… y que la abuelita y el dentista coquetean.

04. El hombre de la sonrisa deslumbrante

05. Quiero ser como Irma

Hoy es sábado, el armario de Irma esta abierto y a mí me han entrado muchas ganas de curiosear mientras ella ronca a pierna suelta. ¡Alá! Esta camisa está llena de brillos de colores: puedo fabricarme mis propios braquets. A Irma no le hizo ninguna gracia que le destrozara su camiseta preferida pero su mamá le dijo que la culpa era de ella por dejar el armario abierto. No les miento si les digo que la ropa de Irma es muy incómoda, pero los braquets… ¡los braquets son otra cosa!

05. Quiero ser como Irma

06. Los amigos de Irma

Hoy vamos de picnic con Raúl. De camino al parque se han unido a nosotros los amigos de Irma: Nerea, Clara y Nico. Nada más conocerme me han zarandeado como una pelota ¡Son un poco cafres estos niños! La mamá de Irma se ha sumado al picnic al atardecer acompañada de su amigo el dentista joven. Hoy he caído en la cuenta de que tengo miedo de que Irma quiera más a sus amigos de a mí y de que Irma teme que su madre quiera más al dentista joven que a ella. ¡Menudo lío!

06. Los amigos de Irma

07. Pienso, luego protesto.

No puedo entender por qué me tengo que conformar con el pienso, e Irma no entiende por qué tiene que comerse el estofado. La abuelita nos tiene a raya. A la hora del postre viene a visitarnos el dentista mayor con Pelayo y como ya sabemos que la abuelita afloja el control en esas ocasiones Irma ha aprovechado para darme su estofado y para ponerse ciega de bombones. Lo cierto es que nos fue bastante mal a ambas, pero no por ello pienso dejar de protestar por mi dieta de pienso.

07. Pienso, luego protesto.

08. Un día de perros.

Hoy me van a llevar a la veterinaria por primera vez y eso solo puede significar una cosa: ¡me van a poner por fin mis braquets! Yo no quepo en mí de gozo y no hago más que dar vueltas por la casa poniendo orden para que nada detenga nuestra partida, pero Irma y su mamá se lo están tomando con calma: ¡vámonos ya! Por fin ha llegado el momento que yo más he deseado y el barrio se ha engalanado para la ocasión. No les miento si les digo que se ha convertido en un parque temático para perros. ¡Qué nervios!

08. Un día de perros.

09. Los braquets de Cleo

¡Me encantan las manualidades! Irma y sus amigos han hecho un gran despliegue de materiales. Con todo esto seguro que puedo fabricarme mis propios braquets. Tras unos cuantos fracasos por fin he conseguido que se me queden pegados, pero a la abuelita no le ha hecho ninguna gracia y el dentista mayor, que casi se muere de risa, me ha llevado a la veterinaria para que me los quite: ¡vaya faena! A la veterinaria tampoco no le hizo ninguna gracia, dijo que podía haberme envenenado…

09. Los braquets de Cleo

10. El gorrito de Pelayo

Hoy es uno de esos días en que las personas y los perros están especialmente violentos. No les miento si les digo que a mí me desagrada mucho salir a pasear esos días. Pelayo se ha presentado con un gorrito que yo he confundido con una moda, pero lo que realmente ha ocurrido es que ha sido atacado por Pit, el perro del vecino, y está hecho polvo. La abuelita va a cuidar de él mientras el dentista mayor atiende su consulta. De paso pretende educar al violento Pit… y agradar al dentista.

10. El gorrito de Pelayo

11. La dentadura de la abuela

Esta tarde he descubierto que la abuelita lleva dentadura postiza y por la noche he tenido pesadillas. Pero después he pensado que si me la ponía yo podría decorarla a mi antojo. A la abuelita no le ha gustado nada y casi me mata del susto con el gritó que pegó cuando descubrió su dentadura encajada en mi hociquito. Pero no hay mal que por bien no venga: ahora deberá regresar a la consulta del dentista mayor durante la semana para que le ponga otra y así podrá seguir coqueteando con él.

11. La dentadura de la abuela

12. Por fin me entienden

Hoy hemos vuelto a la consulta del dentista: nos ha recibido ese dentista joven que a Irma no le gusta nada: el que salió huyendo la primera vez que me vio, ¿recuerdan?. Yo me puse de parte de Irma y le gruñí, pero después decidí que ya que estaba allí debía defender mis propios intereses. No se los van a creer: el dentista joven comprendió que quiero tener unos braquets, pero como es tan asustadizo se puso nervioso y se desmayó. Después aparecieron el dentista mayor y la v eterinaria, y todo se aclaró: ¡seguro que pronto me van a poner mis braquets.

12. Por fin me entienden

13. El gran día

Estoy tan emocionada que no he podido dormir en toda noche. ¡Hoy es el gran día! ¡Por fin voy a tener mis propios braquets! Parece que todo el barrio está al tanto de la noticia. Se van a juntar todos los amigos esta tarde en nuestra casa para celebrarlo. No les miento si les digo que lo que va a ocurrir hoy es algo que nadie podía preveer: quédense y verán.

13. El gran día

14. Mi mamá me ama

Estoy tan contenta en mi nuevo hogar que no veo la manera de ayudar en todo para demostrar mi alegría. Pero como soy un poquito atolondrada, en lugar de ayudar empecé el día causando un accidente: la mamá de Irma se ha lastimado una pierna porque tropezó conmigo. Ahora Irma se ha convertido en nuestra mamá. No me había dado cuenta de la cantidad de cosas de las que se ocupan las madres hasta que ocurrió el accidente. ¡Es admirable!

14. Mi mamá me ama

15. Quiero ir al colegio

No sé a dónde van Irma y su mamá todas las mañanas, aunque creo que debe ser al Club de los Braquets, porque cada día veo a alguno de los amigos de Irma con braquets nuevos. Pit me sacó de dudas y me contó que Irma va al colegio para instruirse y que su mamá va a trabajar para ganar dinero. Ya lo entiendo: para tener braques necesito dinero y este está en los libros, por eso brillan tanto. Pelayo y Pit me han dicho que soy una ignorante así que he decidido ir al colegio para aprender cosas.

15. Quiero ir al colegio

16. La gran aventura de Cleo

Llevo varios días estudiando con Irma, pero como no sé leer estoy convencida de que aprendería más rápido si fuera al colegio. Esta mañana Irma olvidó algo cuando salió hacia el colegio y como, al venir a buscar sus libros, dejó la puerta abierta he aprovechado para salir y seguirla hasta el cole: lo peor es que su mamá la ha llevado en coche para que Irma no llegara tarde y he terminado exhausta persiguiéndolas. Lo que no sabía es que era tan complicado entrar en el cole: aunque el gato y las tórtolas sí que pueden ver la clase desde la ventana, incluso el león desde el interior, y yo no. ¡No es justo!

16. La gran aventura de Cleo

17. Cleo, la salvaje

Pelayo me contó que el gato y las tórtolas pueden ir al colegio y yo no, porque ellos son animales salvajes y yo soy un animal doméstico. Por eso estoy estudiando todas las posibilidades para ser yo también un animal salvaje. Pelayo y Pit no se han creído lo del león. No les miento si les digo que me he portado tan mal estos días en mi afán por ser salvaje que la mamá de Irma ha decidido llevarme a terapia. Pelayo y Pit no entienden por qué quiero ir al colegio y ser dentista si en casa tengo todo lo que quiero. Pero es que a mí no me basta con comer bien y dormir calentito: ¡yo tengo otros sueños!

17. Cleo, la salvaje

18. Soy adoptada

Hoy es un día especial: vamos a una fiesta china. Martina, la nueva amiga de Irma, tiene los ojos rasgados y no para de sonreír. He jugado con un dragón, he visto sombras chinescas y he conocido a Chow, el perro de Martina, que tiene la lengua azul y siempre está echado. ¡Me encanta China! ¡Yo quiero ser china! Pero es agotador estar todo el día sonriendo, no sé cómo Martina lo consigue. Por cierto, Martina es adoptada: como yo. ¡Caramba! ¡Por eso no tiene braquets!

18. Soy adoptada

19. ¡Quiero crecer!

Hoy, en la consulta del dentista, nos hemos encontrado con Martina, que no paraba de llorar porque no le van a poner braquets. Si ella creía que así iba a conseguirlos, yo también tenía que intentarlo y me he echado a llorar desconsoladamente. Pero el dentista nos aclaró que no podía braquets a Martina porque no los necesita; que Martina debe crecer primero y ver como se le recolocan los dientes para tomar la decisión. En la clínica vi a un perro muy grande por la tele que come una comida especial. Tal vez si yo como lo mismo que él crezco rápidamente y así consigo que me pongan ya los braquets. ¡Tengo que intentarlo!

19. ¡Quiero crecer!

20.¿Quién es Cleo?

Esta mañana me he llevado un buen susto, Irma amaneció con la cara hinchada y yo no conseguía reconocerla. Pero el susto fue todavía mayor cuando su mamá le dijo al dentista que pensaba que la causa eran los braquets. Menos mal que el dentista la hizo entrar en razón y achacó el problema a algo que Irma había comido. La abuelita apareció por la casa con una montón de remedios para bajarle la hinchazón a Irma: yo pensé que iba a acabar con ella, pero lo cierto es que Irma ha recuperado su aspecto normal gracias a la abuelita y para celebrarlo la mamá nos ha llevado a la feria. ¡No vean cómo nos hemos divertido!

20.¿Quién es Cleo?

21. ¡Que se besen! ¡Que se besen!

Hoy Irma y yo nos hemos vestido con los colores del arcoíris. Lo primero que pensé es que por fin me iban a poner mis braquets; después creí que me iban a llevar al colegio. Pero no, realmente íbamos a una boda. Entonces me imaginé que eran el dentista joven y la veterinaria quienes se casaban; después que los novios eran la abuelita y el dentista mayor y por último creí que estábamos en una boda colectiva china y había muchos novios y novias, pero tampoco: las que se casan son dos chicas. ¡Qué original!

21. ¡Que se besen! ¡Que se besen!

22. ¿Dónde está papá?

Irma y sus amigos tienen que hacer un trabajo sobre la familia para el colegio y se han reunido en casa de Martina. Nico trajo una baraja con familias de todos los lugares del mundo, pero cuando las iba colocando en la mesa me di cuenta de que faltaban algunos miembros de las familias, entonces pensé que en la mía también faltaba gente y, aprovechando un descuido de Irma y sus amigos, me marché a ver si los encontraba por ahí. Pelayo me convenció de que regresara para no preocupar a Irma. No vean cual fue mi alegría cuando descubrí, gracias a la baraja de Nico, que existen muchos tipos de familia y que la mía es inmensa.

22. ¿Dónde está papá?

23. Cleo y la nueva era

Yo creía que todos vivíamos en el planeta tierra, pero hoy la abuelita ha dicho que los hombres son de otro planeta. Tampoco sabía qué quería decir anticuada cuando Irma dijo que su abuelita estaba, pero lo he ido descubriendo mientras pasábamos en día en la finca de la veterinaria. Su hermana va a tener un bebé y todos han ido a la finca para regalarle un Baby shower, que tampoco sé lo que es. De hecho, me he pasado el día tratando de encontrar por la finca al bebé que debíamos duchar. Ninguno de los animales sabe de qué bebé les estoy hablando.

23. Cleo y la nueva era

24. Bailando se entiende la gente

Kumar es un amigo de Raúl que viene de la India y no habla nuestro idioma. Irma se ha pasado la mañana confeccionando unas tarjetas con dibujos para poder entendernos. Cuando Kumar entró por la puerta casi me desmayo por el brillo de su radiante dentadura. Kumar nos contó muchas cosas sobre su país y cuando el idioma limitaba la comunicación entre Irma, Raúl y Kumar me di cuenta de que yo me entendía con él. ¡Sé hablar indio! Kumar nos enseñó a bailar como lo hacen en la películas de Bollywood y Pelayo me dijo que la música es una excelente forma de compartir culturas diferentes. ¡Qué divertido!

24. Bailando se entiende la gente

25. ¡Ay dios! ¡Qué de dioses!

Irma tiene que hacer un trabajo de clase sobre las diferentes religiones. La abuelita piensa que es bueno dar una educación religiosa a los niños para que sean buenas personas, pero la mamá de Irma dice que para ser buena persona no es necesario ser religioso. Lo cierto es que Irma ha decidido estudiarlas todas para ver qué puede contarles a sus compañeros de clase y para ello le ha pedido ayuda a sus amigos. Gracias al trabajo he conocido a Abdel y a Baltasar. Han hecho un gran despliegue de objetos de diferentes religiones en el parque mientras preparaban el trabajo. A mí todo esto me ha dado que pensar… ¿Existirá un dios de los braquets al que pueda dirigir mis ruegos?

25. ¡Ay dios! ¡Qué de dioses!

26. ¡Por fin al cole!

Hoy celebran en el colegio el día de la diversidad y todos los niños y niñas van a acudir con sus mascotas. ¡Qué emocionante! Pues sí que es especial la fiesta de hoy, ¡van todos muy guapos! No les miento si les digo que casi la lío cuando me abalancé sobre la serpiente que creí que atacaba a Kumar: por lo visto es su mascota. Y no vean lo que ocurrió con aquel perrito tan obediente que trajo Clara, yo no cabía en mí del asombro: ¡tenía braquets! Y me preguntaba que por qué el sí los podía tener y yo no. ¡Vaya día más excitante y divertido! ¡Qué cantidad de gente y de animales diferentes! ¡Y cuántas cosas he aprendido! ¡Me encanta el cole!

26. ¡Por fin al cole!

27. Perder para ganar

No entiendo por qué Irma siempre lleva braquets con las mismas formas en vez de ponerse cada día unos diferentes. Pero no hay forma de preguntárselo porque está dormida y no hay quien la levante. ¡Caramba! ¡Qué hambre me ha dado! No les miento si les digo que no me quedó otra que ponerme yo misma la comida. Me costó muchísimo abrir el paquete con los dientes y ocurrió algo inesperado. Además Pelayo me ha dicho que los nuevos dientes no salen con braquets. Qué pena, ¿no?

27. Perder para ganar

28. Lo tuyo, lo mío, lo nuestro

No les miento si les digo que ir a la playa puede ser una experiencia maravillosa… o desastrosa: todo depende de cómo nos comportemos. Hoy nos han llevado a una playa donde los perros están permitidos y me lo he pasado pipa. Pero me temo que no dejé que los demás hicieran lo mismo porque me salté unas cuantas normas. ¡A ver que hago yo ahora para que se les pase el enfado!

28. Lo tuyo, lo mío, lo nuestro

29. Acción-reacción

Hoy Irma tiene un mal día. Se ha pasado la mañana algo disgustada con sus amigos porque se han empeñado en jugar a la guerra. Para Irma la guerra no es un juego. Después se ha comido a hurtadillas una palomita de maíz y se ha roto el arco de los braquets. Lo cierto es que ha sido un día movidito y a mí me ha dado que pensar eso de que toda acción tenga su reacción. Pero lo que no me ha gustado nada es descubrir que los braquets no son joyas. ¿Saben?, parece que son una herramienta para mantener los dientes derechos: ¡qué chasco!

29. Acción-reacción

30. El mundo en mi mantel

Los niños van a preparar hoy un menú degustación en la granja de la veterinaria. ¡Van a hacer platos diferentes de sus países de procedencia! Mis amigos Pelayo, Pit y Pitonisa y yo no queremos ser menos y vamos a pedirles a los animales de la granja que nos dejen probar sus comidas. El problema es que ellos han pensado que pretendíamos comérnoslos a ellos, en lugar de comer junto a ellos. Vaya lío, ¿no?

30. El mundo en mi mantel

31. Unas amigas muy interesadas

¡Me encanta hacer nuevas amigas! Hoy me he llevado a casa a unos animalitos muy chiquitos que he encontrado en el parque. Me han dicho que van a construirme mis braquets. ¡Desde que regresé del parque me pica todo! Raúl dice que mis amigas son pulgas y quiere ponerme una pipeta para deshacerse de ellas. ¿Qué será una pipeta? Mis amigas dicen que si me la ponen me puedo ir olvidando de mis braquets. ¡Ah no! ¡Eso nunca! ¡He de impedirlo como sea! Al menos hasta que me construyan los braquets.

31. Unas amigas muy interesadas

32. Día de limpieza

Una limpieza general es el vehículo más ecológico para viajar al pasado y hacer espacio para el futuro. Hoy he descubierto la existencia de unos cedés muy sucios y grandes que tienen una curiosa forma de hacer sonar la música. Y también los hay chiquitos. ¡Habrá que esperar a que se hagan grandes! Pero el mayor descubrimiento ha sido esos libros tan grandes llenos con fotos de la historia de la familia desde que eran pequeñitos, como yo. Ahora solo falta que lleguen también mis fotos.

32. Día de limpieza

33. Mentiras piadosas

Investigar de qué están hechas las cosas puede ser muy divertido, pero cuando el resultado es desastroso hay que atenerse a las consecuencias. Cuando han salido esta mañana de casa, yo me he quedado jugando y he encontrado una nueva chuche en mi escondite favorito. no he podido evitar el comérmela. Parece que la chuche no era de Irma, sino de su mamá y tengo la sensación de que Irma le está ocultando que me la he comido yo. ¡Pero estaba muy mala! Debería decírselo, porque la mamá anda como loca buscándola.

33. Mentiras piadosas

34. Recuperando el pasado

El futuro y la tecnología molan, aunque para saber quiénes somos conviene hacer un viaje en el tiempo, hacia el pasado. Hoy han sido la abuelita y el dentista quienes han hecho limpieza general en sus casas. Se han traído unos baúles llenos de recuerdos del pasado. La abuelita está muy guapa y glamorosa en esas fotos antiguas que ha traído y el dentista ha jugado al escondite escondiéndose tras el paño con el que ha cubierto un acordeón muy raro. ¡Pero si todos le hemos visto esconderse!

34. Recuperando el pasado

35. Maneras de vivir

Hoy nos hemos levantado de noche porque vamos a pasar un día muy especial: ¡vamos a aprender a vivir como lo hacían nuestros antepasados! En la granja de la veterinaria la vaca se ha alarmado un poco por nuestra presencia, pero cuando ha visto que Martina se asustaba de ella, me ha ayudado a calmarla. Hoy no vamos a usar gas, ni electricidad, ni agua corriente. Y la abuelita ha decidido que este fin de semana la tecnología está prohibida, porque el recuerdo de la experiencia debe ser guardada únicamente en nuestros corazones. ¡Hoy solo me falta soñar con mis braquets!

35. Maneras de vivir

36. Mens sana in corpore sano

Irma no me hace ni caso desde que le regalaron una tablet por sus buenas notas. Sólo tiene ojos para ese aparato. Y a sus amigos les pasa lo mismo. Es muy raro que la miren tanto: hoy estuve toqueteándola y no vi que hiciera nada… hasta que Irma la encendió y … ¡No se van a creer la de cosas que hace! Pero lo mejor ha sucedido cuando hemos jugado todos juntos siguiendo la propuesta de la mamá de Irma: hemos corrido, saltado, bailado, e incluso hemos merendado. ¡YHasta la abuelita a aprendido a usar la tablet!

36. Mens sana in corpore sano

37. El sentido de la medida

Es curioso, pero no siempre que ponemos mucha pasión en lo que hacemos obtenemos buenos resultados. Para ahorrarle a la mamá de Irma el dinero que se quería gastar para comprar unas lombrices que, por lo visto, ayudan a remover la tierra, yo misma me he convertido en lombriz. ¡Ha sido de lo más divertido! Pero, aunque les parezca extraño, Irma y su mamá no estaban muy contentas con mi hazaña.

37. El sentido de la medida

38. Amanecer borroso

Irma ha tenido un despertar un poco accidentado: se ha dado con el quicio de la puerta; ha confundido el grifo de agua fría con el de agua caliente; ha derramado encima mío su desayuno y casi me aplasta cuando se ha sentado sobre mí. Además, lleva días quejándose de dolor de cabeza. Por eso su mamá ha decidido que se quede en casa, en observación. La abuelita sí que sabe: dice que Irma no ve bien porque necesita gafas y que hoy mismo los van a solucionar. ¡Cómo mola ese cine de los dibujitos y las letritas!

38. Amanecer borroso

39. Unas gafas para Irma

Esta mañana Irma se levantó de mal humor; se lavó la cara con agua fría y seguía de mal humor; se cepilló el pelo, que casi se queda calva, y continuó enfadada. Y de lo enfadada que estaba, ni desayunó. Irma no estaba muy contenta con la idea de llevar gafas, pero cuando llegó a la óptica, y descubrió esa maravillosa colección de monturas, ya no quería unas solas, las quería todas. Y yo también. Además, he descubierto que la mamá de Irma lleva gafas invisibles. Y también, que ya no me apetece tanto tener braquets…

39. Unas gafas para Irma